Una denuncia de Amnistía Animal Comunidad de Madrid alertó de las deplorables condiciones en que las tres personas detenidas en la operación "Dálmata 2" mantenían a los animales.
Gracias al aviso de una compradora alertada por el mal estado de los animales, 323 perros que hasta el 28 de agosto habían soportado condiciones de vida deplorables esperan una segunda oportunidad en varias asociaciones protectoras de Madrid. Hasta ese mismo lunes, cuando fue detenido junto a dos de los veterinarios que trabajaban para él, Pedro S. H. vivía de la cría ilegal de perros de todo tipo de razas: desde Westie hasta pitbull, desde Labrador o Golden Retriever hasta Yorkshire, chihuahua, caniche, buldog inglés, teckel... entre los que hay 32 canes de las mal llamadas razas potencialmente peligrosas.En dos criaderos al norte de Madrid, uno en El Molar y otro en Navalafuente, recibía ejemplares importados de países europeos como Bélgica y los criaba y ofrecía en Internet, a través de una irónica página (www.newmascotas.com) donde se muestra una idílica situación que en realidad no existía. Comerciaba con ellos como si fueran objetos.Sin ningún tipo de licencia, durante cinco años y a sabiendas de que muchos estaban enfermos, los vendía a precios más bajos y los trasladaba a cualquier punto de España por mensajería. El lamentable estado de salud de los canes se comprende al ver las minúsculas jaulas donde, desesperados, daban vueltas sobre sí mismos. Algunos permanecían en nichos excavados en la pared, siempre en espacios sucios o permanentemente atados. Un auténtico infierno en el que ni siquiera se respetaba el tiempo prudencial entre parto y parto. Tras la denuncia de Amnistía Animal Comunidad de Madrid, seguida de la intervención del Seprona y el Gobierno regional, se espera una resolución judicial que por fin dé luz verde, por vía administrativa, para requisar definitivamente los animales. Entre tanto y mientras son sometidos a exhaustivos análisis veterinarios, ANAA, el Centro Integral de Recogida de Animales Abandonados de la Comunidad de Madrid, Alba, La Voz Animal, APAP Alcalá y SPAP Madrid se han hecho cargo de ellos. Y deberán asumir el coste extra si de las perras embarazadas nacieran nuevos cachorros.La cría abusiva, la importación ilegal y la falta de escrúpulos de estas personas han dejado una profunda huella en ellos. Sólo tres días después de ingresar en nuestro Centro de Adopción, el equipo veterinario de ANAA diagnosticó de manera firme que el 10% de los animales sufre problemas cardiovasculares. También ha detectado un rosario de afecciones oftálmicas, dermatológicas, trastornos músculo-esqueléticos, tumores, parásitos internos y múltiples gestaciones. En cuanto a la Leishmania y la Ehrlichia se temen lo peor: probablemente la mayoría de ellos dé positivo en una o las dos enfermedades. Ambos criaderos garantizaban la salud de los animales mediante cartillas falsas (se han incautado 50 en blanco con la firma de los veterinarios) y reutilizaban jeringuillas que no tenían ningún pudor en mezclar entre los productos de limpieza. A los tres imputados se les acusa de falsedad documental y estafa, y a Pedro, además, de intrusismo profesional, pues sin ningún tipo de licencia y sin declarar su negocio como núcleo zoológico, vendía entre 20 y 30 perros al mes. Los signos de inanición que presentan muchos de ellos se explican con los dos únicos sacos de pienso que se han encontrado en uno de los criaderos donde se hacinaban más de 100 animales.
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